Conoce el tipo de construcción que está revolucionando el sector de la energía
Estamos observando cada vez más el término PassivHaus o, como se conoce en castellano, Casa Pasiva. Si echamos un vistazo a las promociones inmobiliarias se van a levantar en nuestra ciudad, observamos que alguna ya incluye este concepto como uno de sus grandes reclamos. La PassivHaus se abre ante nuestros ojos como una revolución en el mundo de la construcción, pero lo cierto es que ya es una vieja conocida. Aunque no hayamos escuchado esta palabra hace unos meses.
La Casa Pasiva surge como estándar de construcción en Alemania durante los años 90. Su principal reclamo es la utilización de energía a unos niveles prácticamente nulos, combinada con un gran confort y un buen precio. Es especialmente llamativo lo que se puede llegar a ahorrar con una Casa Pasiva, entre un 60 y un 90 por ciento respecto a una casa convencional. No obstante, para llegar a reunir estas condiciones, la PassivHaus presenta varias características clave, que la diferencian del resto tanto en eficiencia energética como en comodidad.
Ante todo, debemos tener claro que la PassivHaus fue creada para dos objetivos primordiales: reducir la demanda energética, con alta cantidad destinada al consumo de los hogares; y generar esa poca energía que vayamos a consumir mediante fuentes renovables. Todo un reto en un mundo acostumbrado a utilizar el carbón, el petróleo y el gas natural como principales combustibles.
Teniendo en cuenta estos dos factores fundamentales, observamos que la Casa Pasiva presenta unos rasgos muy marcados:
Aislamiento térmico, la base principal
Por lo general, en una casa convencional nuestro cliente busca el mejor sistema de calefacción para llegar a esa temperatura ideal. Pero, ¿y si le garantizases poder mantenerla? Ese es uno de los principales atractivos de la PassivHaus, reforzar el hogar con un gran aislamiento para evitar las pérdidas de calor. Como ya sabrás, el frío entra en una casa principalmente por la fachada, que en una casa convencional cuenta con un grosor de entre 5 y 12 centímetros. La Casa Pasiva prácticamente duplica ese ancho y lo eleva hasta los 15-20 centímetros. Esto también afecta a las ventanas, ya que la mayor parte del frío de nuestra casa entra a través del vidrio. En la PassivHaus se instalan ventanas de hasta doble o tripe cristal, para garantizar ese hermetismo.
Adiós puentes térmicos
Al contar con una capa de aislamiento tan contundente, la Casa Pasiva prescinde de los puentes térmicos, elementos muy necesarios en las casas convencionales que pierden importancia en este nuevo concepto de construcción, ya que son los grandes causantes de las pérdidas de calor en el hogar. Esto viene apoyado en gran medida en el sistema de ventilación de las PassivHaus. En este tipo de construcción, la renovación del aire es continua, haciendo pasar la corriente saliente por un único punto. Por ese mismo lugar pasará también el aire entrante, haciendo que ambas corrientes se junten en el mismo espacio. Es en ese momento cuando el aire que sale cede el calor a la corriente que entra, y de esa manera la estancia se ventila sin perder temperatura, manteniendo unos grandes niveles de pureza en el aire.
Buena selección de materiales
En la PassivHaus, es importante seleccionar con cuidado los materiales con los que va a contar la casa, teniendo preferencia por aquellos que mayor inercia térmica posean. Esto suele corresponder a materiales con amplia masa, como puede ser la piedra, que tarda en calentarse pero puede acumular calor durante largos períodos de tiempo. De hecho, este factor es importante para la Casa Pasiva porque ese largo tiempo de retención de calor durante el día va a servir para que dicho material desprenda el calor acumulado durante la noche, dando un extra de temperatura a nuestra casa. En ello se basan sistemas de calefacción como el suelo radiante.
Energías renovables para aportar un extra
Todos los puntos anteriormente mencionados contribuyen a lograr un clima agradable en la PassivHaus, pero en ocasiones puede ser necesario un extra para redondear la temperatura del hogar. Todo ello sin tener en cuenta que los electrodomésticos de la casa también se deben abastecer de alguna fuente de energía. Para ello surgen como recurso las energías renovables. La instalación de placas solares en la Casa Pasiva puede complementar a su eficiencia energética, dando utilidad para calentar el agua de consumo diario. Además, se pueden utilizar otras alternativas como la biomasa para dotar de algunos grados a mayores a la casa, teniendo como ejemplo la tan demandada máquina de pellets.
En definitiva, estas son algunas de las características a destacar de la PassivHaus, pero hay muchas más que podremos analizar en detalle en próximos artículos. Como instalador, debes saber que uno de los grandes retos de la Unión Europea es la implantación de edificios de consumo de energía casi nulo, hasta el punto de representar buena parte del parque edificatorio en los próximos años. Debemos estar muy atentos a las novedades que presente el mercado.
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